Cuando no encuentras tu casa
A veces te pierdes en la noche
y no encuentras tu casa.
Por un bosque desconocido
caminas sin rumbo.
No sabes a dónde ir.
-Sigue, sigue...-suspiran las hojas
amarillas cayendo como lágrimas
desde las ramas.
Paloma Sánchez Ibarzábal (texto),
Joanna Concejo (ilustraciones).
Pontevedra, OQO Editora, 2010.
Cartoné, 36 pp. , 25×23 cm.
ISBN:978-84-9871-219-3
y no encuentras tu casa.
Por un bosque desconocido
caminas sin rumbo.
No sabes a dónde ir.
-Sigue, sigue...-suspiran las hojas
amarillas cayendo como lágrimas
desde las ramas.
Paloma Sánchez Ibarzábal (texto),
Joanna Concejo (ilustraciones).
Pontevedra, OQO Editora, 2010.
Cartoné, 36 pp. , 25×23 cm.
ISBN:978-84-9871-219-3
En Cuando no encuentras tu casa, Paloma Sánchez Ibarzábal vuelve la mirada a la esencia temática de los cuentos tradicionales, pero desde un enfoque moderno y transgresor.
La historia comienza con una escena clásica dentro de la literatura infantil y juvenil de todos los tiempos: con alguien que se pierde en el bosque durante la noche. Pero enseguida se aleja de las convenciones del género. Frente a la tercera persona o la primera, las más habituales, la autora apuesta por una narración en segunda persona. Al mismo tiempo, mantiene siempre la ambigüedad con respecto al protagonista, del que no sabemos si es un niño o una niña. Quizás porque en realidad ese «tú» hace referencia a otro protagonista, al propio lector.
Paloma Sánchez Ibarzábal huye de los escenarios realistas, de ahí que el viaje de regreso al hogar siempre transcurra por lugares insólitos y oníricos. En su recorrido el protagonista no está solo. Lo animan a seguir las voces de las estrellas, la voz del eco del Fin del Mundo, la de los juncos en las piedras, la voz de las gaviotas estridentes… Pero una voz lo conduce a otra, y a otra, y así hasta el infinito. El camino se convierte en un laberinto o espiral cada vez más fantástico, del que es imposible escapar. Es, con una doble lectura dependiendo de la mirada, un auténtico camino de regreso a casa. Con un final sorprendente y tranquilizador para el niño... y el adulto.
La ilustradora
Y quién mejor que Joanna Concejo para ilustrar los territorios de la fantasía. Porque los paisajes de Cuando no encuentras tu casa, parece que pertenezcan al mundo de los sueños.
Al igual que en un sueño, las imágenes desfilan una detrás de otra, pero no sabemos qué será lo que nos aguarda a la vuelta de la página. Para lograr ese efecto de irrealidad que tan bien se adapta a la historia, utiliza lápices de colores y también pequeños collages.
Se trata de ilustraciones cargadas de poesía que acompañan la prosa rítmica de la escritora. Resultan bellas y extrañas a la vez y no sabemos cómo interpretarlas. Similar extrañeza experimenta el protagonista, que desorientado busca su casa. Mientras atraviesa esos parajes surrealistas, escucha voces que le gritan: ¡Sigue!, porque nunca faltan voces amigas animando a continuar. Y es al llegar al desenlace
de la historia cuando el lector querrá volver sobre las ilustraciones porque solo
entonces comprenderá en toda su amplitud su significado.
Al igual que en un sueño, las imágenes desfilan una detrás de otra, pero no sabemos qué será lo que nos aguarda a la vuelta de la página. Para lograr ese efecto de irrealidad que tan bien se adapta a la historia, utiliza lápices de colores y también pequeños collages.
Se trata de ilustraciones cargadas de poesía que acompañan la prosa rítmica de la escritora. Resultan bellas y extrañas a la vez y no sabemos cómo interpretarlas. Similar extrañeza experimenta el protagonista, que desorientado busca su casa. Mientras atraviesa esos parajes surrealistas, escucha voces que le gritan: ¡Sigue!, porque nunca faltan voces amigas animando a continuar. Y es al llegar al desenlace
de la historia cuando el lector querrá volver sobre las ilustraciones porque solo
entonces comprenderá en toda su amplitud su significado.